Hace un tiempo en nuestro colegio recibimos a una mujer que era encargada de Cáritas en Sevilla. Esta señora, que ya había venido una vez anteriormente, nos estuvo contando la historia de dos personas que estaban en “exclusión social” debido a varios vicios como el alcohol.
En la anterior visita estuvimos aprendiendo la tarea de Cáritas y lo que significaba “exclusión social” y lo que solían hacer con estas personas para ayudarlas, pero esta visita me gustó más porque fue un poco más práctica que teórica, ya que después de leer la historia de las dos personas estuvimos reflexionando sobre el por qué le sucedió esto y como podrían haberlo evitado.
La tarea de Cáritas, es una muestra de amor al prójimo enorme, ya que las personas que trabajan allí lo hacen sin ánimo de lucro sólo para ayudar, poniéndose unos objetivos que a simple vista parecen casi imposibles, pero que aún así, ellos no se rinden.
En definitiva, las personas que ayudan a esta tarea merecen un gran respeto porque hacen las cosas que los demás no quieren, ya que simplemente, la gente cuando ve a algún vagabundo en la calle pasa de ellos como si no exisitiesen.
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